viernes, 21 de enero de 2011

Testamento vital: Yo quiero VIVIR, no "Vivir"


Hoy quisiera lanzar al aire un tema de debate que a todos puede interesar, o al menos no pasar desapercibido.
Tengo por costumbre ver el programa "De buena ley" durante la comida, y la verdad, hoy ha salido a relucir un tema puntilloso, el del testamento vital.


¿De qué se trata?

"El término testamento vital, documento de voluntades anticipadas -DVA- o de instrucciones previas se refiere al documento escrito por el que un ciudadano manifiesta anticipadamente su voluntad -con objeto de que ésta se cumpla en el momento que no sea capaz de expresarse personalmente- sobre los cuidados y el tratamiento de su salud o, una vez llegado el fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de los órganos del mismo.1 Su aplicación se entiende en previsión de que dicha persona no estuviese consciente o con facultades suficientes para una correcta comunicación.
Para que sea siempre efectivo, este documento deberá incorporarse al Registro de instrucciones previas correspondiente y a la historia clínica del paciente tanto para facilitar su acceso por los profesionales médicos como para se pueda efectuar su revocación o modificación".

Bueno, el presente puede ser muy bonito, todos podemos estar muy felices y comer perdices, pero...¿va a ser siempre así? ¿siempre vamos a estar sanos? ¿va a ser siempre igual esta forma de vida? la respuesta es "Muy probablemente no". Y como bien dice el refrán... "Mejor prevenir que curar".

Obviamente, y siempre desde un punto de vista del respeto, todos y cada uno de nosotros pensaremos una cosa distinta... eso me gusta...

¿Qué pasaría si fuésemos un vegetal? es decir... nuestro cerebro ha dejado de trabajar, es nuestro corazón el que sigue palpitando, cada vez más despacio gracias a la ayuda de una máquina. ¿Tenemos derecho a querer acabar con esto?

Me pongo en esta situación y lo tengo claro. Lucharía por mi vida siempre y cuando no tenga que depender de una máquina esa lucha. Cuando yo siga "viva" ayudada de una máquina (ojalá esto no se de nunca), no quiero seguir "viviendo".
El tema es... ¿quién estará dispuesto/a a decir "desconéctenla"? Porque es un tema delicado... muy delicado, sí señor.
Hay que saber escoger a la persona correcta, pues es una decisión difícil, pero hay que tener en cuenta que es "la última voluntad" de nuestro familiar/amigo... y así debe llevarse a cabo, por mucho que nos duela. Hay que pensarlo fríamente y decir: es lo que él/ella quiere, que así sea pues.

Me gustaría saber qué opináis al respecto. Siempre, claro está, respetando la opinión del otro.

Un saludo.
Betzy Brook.

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